Biodiversidad y seguridad alimentaria, no hay vida sin abejas

Los polinizadores resultan indispensables para conservar la biodiversidad y, con ello, garantizar la seguridad alimentaria. No hay vida sin abejas y esto se aclama con el Día Mundial de las Abejas cada 20 de Mayo.

La protección de las abejas y de la apicultura contribuye a reducir la pobreza y el hambre, así como a preservar ecosistemas saludables, pudiendo contribuir significativamente y a largo plazo, en la mitigación del cambio climático.

En el año 2014, la Asociación de Apicultores de Eslovenia lanzó la iniciativa para declarar el 20 de Mayo como el Día Mundial de las Abejas, la que fue respaldada por el Gobierno esloveno, la Organización Internacional de Apicultores (APIMONDIA), hasta que en diciembre de 2017 la Asamblea General de las Naciones Unidas designó por unanimidad esta importante celebración internacional.

¿Por qué el 20 de Mayo? Es la fecha de nacimiento de Anton Janša (1734-1773), apicultor esloveno pionero de la apicultura moderna.

Las abejas son vitales en la preservación del equilibrio ecológico, proporcionando uno de los servicios ecosistémicos más reconocibles, la polinización. Al hacerlo, proteger las especies animales y vegetales, contribuyendo a la diversidad genética y biótica.

En tu día a día, también puedes hacer mucho por los polinizadores:

• Cultiva plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año.
• Deja un cuenco con agua limpia con piedras o palos para que las abejas beban.
• Compra miel sin refinar a los apicultores de tu zona.
• Protege las colonias de abejas silvestres.
• Compra productos a agricultores que apliquen prácticas sostenibles.